viernes, 21 de noviembre de 2008

Prohibido skateboard

Cuántos cientos, miles de veces quizá, nos han echado de un sitio simplemente por patinar. No hablamos de señales de “Prohibido skate”. Sino más bien de lugares vetados, en los que siempre aparecerá un guardia de seguridad o un aguafiestas de turno para decirnos que aquí no podemos hacerlo…


De eso va el Red Bull Access All Areas. De patinar en sitios increíbles, de esos que normalmente estarían vetados de por vida. Conseguir “abrir el candado” para spots alucinantes en los que nos aparecerían quince tipos con uniforme en el preciso instante en que nuestras ruedas tocasen el suelo…


En España nunca se había celebrado ningún Red Bull Access All Areas, que ya lleva desde 2005 abriendo puertas de spots originales por medio mundo. Desde una cárcel austriaca, pasando por un club de striptease en Venezuela, hasta una iglesia en Praga.

Así que reclutamos a un equipo de riders (tres internacionales y dos españoles), y les llevamos a Valencia para un photoshooting sin decirles el lugar donde patinaríamos. El martes 4 de diciembre les subimos en un coche dirección Tous, a 60 kilómetros de Valencia dirección Albacete. Literalmente en mitad de ninguna parte, los cinco riders encontraron un par de cofres oxidados con un candado del Red Bull Access All Areas, donde les estaban esperando sus tablas. Ahí comenzaron un downhill de kilómetro y medio de curvas hasta que una presa gigantesca apareció ante ellos.

Se trata de la presa de Tous, una de las más grandes de España, que embalsa el río Júcar para abastecer de agua a Valencia. Inaugurada en 1994, sustituye a la anterior presa, por desgracia famosa debido a la trágica “Pantanada de Tous”, que en el 82 se vino abajo provocando una riada que dejó más de 30 muertos y se llevó varios pueblos por delante. Una mastodóntica obra de ingeniería que, mira tú por donde, es además un spot de skate de los que siempre has soñado.

Eso les pasó a los riders invitados. En cuanto llegaron, ya sabían lo que hacer… Comenzaron rulando en una pasarela de 97 metros de alto que unía dos torres que funcionan como tomas de agua. Impresionante panorama. De ahí, al aliviadero: una gigantesca superficie de hormigón que se utiliza para desalojar hasta veinte mil litros por minuto. Su forma, con una doble curva, recuerda a un half pipe, menos empinado pero más abierto. Tras varias horas, hubo que arrastrarles de la oreja para conseguir llevárnoslos a otros spots.

Héctor y Ladas descubrieron uno bastante original. Una pequeña toma de agua con planos inclinados y salto para un wallride. Le estuvieron dando hasta que el argentino Ladas se hizo un esguince de tobillo. ¡Pero eso es lo bueno de llevar a un médico en el equipo! Héctor García, especialista en medicina deportiva, le atendió con profesionalidad antes de seguir pegándole tiros al wallride.

¿“Skatepark” en una presa?

En un inmenso plano, habíamos preparado todo tipo de obstáculos. Los días previos recorrimos las orillas del pantano rescatando estructuras de hierro oxidado. Con unas cuantas adaptaciones y un poquito de cera, skatepark al canto. Los riders colocaron sus “juguetes” a su modo y estuvieron dándole toda la tarde. Y todo aderezado por Andreas Lutz (ex líder de O´Funkillo) pinchando buen rollo y algunos de sus temas nuevos desde el Hummer de Red Bull. La gente andaba frenética de lado a lado para probar todos los módulos antes de que el hechizo se rompiese. Al anochecer que regresar al mundo real. En el que si se te ocurre plantarte en una gigantesca presa con cuatro amigos y vuestros skates, miles de guardias aparecerán al momento para recordarte que esto no es un cuento…

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